Corría en dirección al despacho de la Hokage, si se daba prisa a lo mejor conseguía llegar antes de que Tsunade dejará el despacho por hoy. Solo tenía una cosa en mente.. averiguar que demonios le había pasado a Sasuke hace menos de una hora. ¿No se suponía que el tratamiento no tenía que doler? O por lo menos no de esa forma… Llegó a la puerta, respiró hondo para calmar su agitada respiración y llamó a la puerta.
Tsunade-sama –dijo la pelirrosa después de haber dado un par de golpes en la madera- Tsunade-sama… -al no oír respuesta Sakura volvió a llamar a su maestra, seguramente ya se había ido, se iba a alejar cuando oyó un extraño sonido… roja de ira... abrió la puerta para encontrase con lo que sospechaba... la hokage durmiendo encima de sus papeles y con la mano derecha sujetando un pequeño vaso de sake. “Tsunade-sama…” –Sakura, golpeó ligeramente la mesa y la llamó... esta vez un poco más alto, Tsunade reaccionó y cuando vio a su alumna con los ojos cerrados y con una gotita en la frete reaccionó de golpe y se incorporó en su silla-
-Q-Que ocurre Sakura –preguntó Tsunade con las manos entrelazadas encima de su escritorio-
-Antes de aplicarle el tratamiento a Sasuke, empezó a sentir un fuerte dolor... casi no lo podía aguantar... y... además el sello parecía reaccionar -Dijo la pelirrosa tristemente-
-¿Reaccionar? Es demasiado pronto para que el tratamiento surja efecto...y el dolor debería aparecer hacia el final del proceso…
-¿Entonces usted no sabe lo que pasó?
-No sé… quizás el sello reaccionó para combatir algún tipo de sentimiento –Le respondió la Hokage- Pregúntale a Sasuke que es lo que sentía antes de que empezara el dolor.
-Hai Tsunade-sama
La pelirrosa caminaba algo cabizbaja por la calle, no podía apartar la imagen del Uchiha abrazado a ella intentando soportar el dolor. Ya era de noche y lo único que se oía eran sus pasos y los de otra persona caminando hacia ella…
-¿Que haces a estas horas por aquí? –ella reconoció la voz de Sai-
-Vengo de hablar con la Hokage
-¿Tan tarde?
-Hai… -Sakura alzaba la cabeza para ver a su compañero-
-¿Qué te pasa? –Preguntó el moreno al ver el estado en que ella se encontraba-
-Nada... solo estoy un poco cansada –Aunque no muy convencido, dejó de hablar del tema-
-¿Y tú que haces aquí?
-Buscándote... el dobe me mandó para que te invitara a venir con nosotros mañana... es nuestro día libre y pensábamos que querrías venir con nosotros a comer.
-Vale... –A la pelirrosa le hacía falta despejar su mente y aceptó la invitación-
-Te recojo en tu casa a la una –se acercó a ella... beso suavemente su mejilla... y salió corriendo en dirección a su casa-
“Sai” –Sakura se llevó la mano a la mejilla y con una imperceptible sonrisa se encaminó a su casa-
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-¡Sasuke-teme¡¡Despierta!! –Naruto le sacó la manta que cubría su cuerpo- Es hora de levantarse
-Usuratonkachi –le gritó el moreno que se tapaba la vista con su mano derecha- ¿Qué haces aquí?
-vengo a invitarte a comer, hemos quedado a la una y media –decía el rubio mientras escaneaba la habitación del moreno-
-¿Hemos? Que yo sepa no he quedado con nadie… -le respondió mientras se volvía a recostar- déjame en paz
-Son las doce ¿te vas a quedar durmiendo todo el día Sasuke-teme?
-¿Con quién? -dijo ya resignado-
-Con Sakura-chan y Sai... y si no nos damos prisa comerán sin nosotros
-Ya voy usuratonkachi –Decía el moreno mientras, se dirigía al cuarto de baño-
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-¿Por que las mujeres sois tan lentas para arreglaros? –Preguntaba Sai a una Sakura que luchaba contra su pelo en el cuarto de baño-
-Por que nosotras, a diferencia de vosotros nos preocupamos por nuestro aspecto –Sakura sacaba la cabeza por la puerta para contestarle al moreno-
-Vale, vale no es para ponerse así –dijo mientras se llevaba otra galleta a la boca-
-Y deja de atacar mis galletas que vamos a ir a comer enseguida
-va-le –le contestó con la boca llena-
-Hombres –Murmuró la pelirrosa mientras se miraba en el espejo... llevaba un pantalón blanco largo y apretado, los zapatos del mismo color con poco tacón y una camisa de tiras verde claro, que le llegaba por encima del ombligo- me rindo… -harta de pelear con su cabello, se rindió y lo dejó suelto... se hechó unas gotas de perfume y salió en busca de un moreno, que seguramente... estaba devorando las últimas galletas que quedaban en su cocina-
-ya estoy –sai dejó las galletas... y la miró... sonrió...-
-Mereció la pena esperar...
-Gracias –murmuró Sakura mientras agachaba la cabeza para que Sai no notara su sonrojo-
-Venga vamos que si no llegaremos tarde…
Los dos salieron del departamento, caminaron hacia el restaurante pero ninguno de sus dos amigos había llegado.
-los esperamos en la entrada mejor...
-si… ¿Por qué siempre tengo que esperar yo? –Dijo Sakrua recargándose en la pared con los brazos cruzados detrás de la espalda-
-es divertido hacerte enfadar –el moreno se colocó enfrente de ella... Sai casi le sacaba una cabeza y con los tacones la vista de Sakura daba justo en los labios del él-
-¿que le ves de divertido? –Sai agachó la cabeza para mirarla directamente a los ojos-
-Es por la cara que pones cuando te enfadas –le susurró a la pelirrosa, tanto acercamiento provocó un sonrojo en la cara de la ella... no sabía que decir-
-¡Aléjate de Sakura-chan! –Gritó un rubio apuntando a Sai con el dedo, no le había gustado la que escena que acababa de presenciar-
-No me grites baka –le contestó con una sonrisa burlona Sai-
-¿A quien llamas baka, dobe?
-a ti y deja de gritar –Sakura detuvo su mirada en Sasuke... que aun no se había movido-
-¿Qué tal estás? –Preguntó Sakura que estaba enfrente de él-
-Bien –Con voz seca le contestó mientras entraba en el restaurante... pasando a Sakura... nisiquiera se detuvo a verla...-
De repente ella sintió un mal estar en el pecho... tragó saliva mientras se llevaba la mano derecha al corazón... entraba en el local con la cabeza gacha.
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