Ya era de noche, una brisa golpeó a la kunoichi, que se estremeció del frío, Sasuke la abrazó…
-Gracias
Llegaron a la casa, aun era temprano así que el moreno fue a descansar al salón un rato, estaban sentados en el suelo, apoyados en la mesa, bebiendo el té que Sakura acaba de preparar.
-Sasuke… yo… quería decirte algo… -se acercó a ella, cogió su mano derecha con la suya y con su mano izquierda contorneo la carita de Sakura… ella se sonrojó, y él no pudo evitar sonreír, con muy poquito la hacia ruborizar…
La besó, hambriento de ella, tanto que Sakura se tuvo que recostar en el suelo, con él, completamente sobre ella. Necesitaban aire, al separarse, vio en los ojos de él, algo que nunca había visto, parecía miedo…
-Sasuke…
-¡Shh!... no digas nada… -Dijo para después reclamar sus labios-
Sakura ahogaba gemidos entre el beso, y cuando se separaron Sasuke, enterró su boca en el cuello de Sakura, dejando vía libre a los suspiros y gemidos que ahora podían salir por la boca de ella. Le encantaba escucharla así, bajo él, diciendo su nombre entre gemidos. Sintió la excitación de Sasuke, se sonrojó aún más, antes nunca se hubiera imaginado que ahora haría reaccionar a Sasuke de esa manera. El moreno casi con desesperación empezó a sacarle el kimono…
Empezó a besarla desde su ombligo, hacia arriba, pasando por la porción de pecho que no estaba cubierto por el brasier, hasta su cuello, acabando en la oreja de Sakura, el moreno se paró, reguló su respiración y paró todo movimiento…
-Sakura… -lo miró- Sabes que no hablo mucho, y menos de lo que siento…
-Sasuke-kun…
-Pero… -Dijo mirándola a los ojos, y rozando con su pulgar la mejilla sonrojada de la chica- No puedo dejar de pensar en ti… y no soporto la idea de que otra persona te bese como yo… que te toque como yo, o que te mire como yo… -Sasuke rió- y Dios sabe que mataré al que te haga el amor como yo… -Sakura sonrió por el comentario-
-No tendrás que hacerlo… por que nunca habrá nadie, que ocupe tu lugar… -le dio un corto beso-
-Entonces… no dejes nunca a nadie... -se detuvo...- que te quiera… como te quiero yo… -lágrimas de felicidad brotaron de sus ojos- no llores –le susurró a la vez que limpiaba sus lágrimas-
-Lloro de felicidad, Sasuke… te quiero tanto que… no sabes lo feliz que me siento… -lo abrazó y dió cortos besos en su mejilla-
-Se como hacerte más feliz… -mordisqueó el lóbulo de su oreja y se levantó, Sakura aun con algunas lágrimas en los ojos, se aferró a su cuello, el kimono se había quedado tendido en el suelo… sujetaba a Sakura por la espalda, y con a mano libre sujetaba una de las piernas, que estaban enredadas en su cintura… El moreno la llevó hasta su cuarto, más bien era de los dos, por que Sakura dormía prácticamente todas las noches en esa cama…
Una vez que la colocó, empezó a recorrer su cuerpo… Comenzó por sus piernas, tenía las mejores piernas de toda Konoha en su cama... sólo¡sólo! para él
Sakura se agarraba a las sabanas, mientras el moreno ascendía, mordisqueando y besando… En un solo movimiento colocó al Uchiha debajo, empezó sacando el Haori y desatando el kimono… rozaba su cadera con la de él, excitándolo aún más, mientras besaba su pecho, su abdomen… desde luego el entrenamiento le venía de perlas al Uchiha, estaba tan bien formado…
Entre cada beso, Sakura le decía un te quiero, antes tenía miedo a decirlo, miedo a ser rechazada, pero ahora… no podía hacer otra cosa más que decirle todos los “te quiero” que se había guardado… la actitud de la chica le causaba gracia a Sasuke, siempre era él, el que manejaba la situación, aunque la verdad a partir de ahora no le molestaría para nada estar sumiso a ella, la chica si sabia como hacerlo…
-Hmp! –lo observó, él tenía una majo sujeta a su cintura, y la otra se agarraba a las sábanas, intentaba callar sus gemidos…- “Pues no te va a ser tan fácil Uchiha” –Una mano traviesa fue a parar a la parte más sensible del moreno, se sonrojó… abrió los ojos y entreabrió la boca, ahora si no pudo aguantar el gemido… definitivamente a parir de ahora dejaría que ella dominara la situación más amenudo…
Pero Sakura no se contentó, quería desesperarlo más, quería que él no pensara en otra cosa más que en hacerla suya… Con su mano derecha sujetó la mejilla de Sasuke y lo besó, un beso hambriento…
Después Sasuke, la miró, justo lo ella que quería ... quedó sentada a horcajadas bajo la atenta mirada del moreno. Sensualmente desabrochó el brasier, y muy lentamente se lo fue quitando, Sasuke entendió el juego de la pelirrosa, Sakura rozaba su pecho con el del moreno, mientras besaba su cuello y sentía sus manos bajar por su espalda… cuando las manos del moreno llegaron a la última prenda que los separaba, él las arrancó a lo que Sakura sonrió...
-Ya conseguiste lo que querías, no me hagas sufrir más –susurró el moreno en su oido-
-¿Pero te gustó si o no? –Preguntó divertida-
-Tú que crees… -Era el momento de dejar de desesperar a Sasuke… pobrecito-
-Por cierto… te ves muy mono sonrojado…
Ella le sacó la ropa restante, con delicadeza se unió con Sasuke, ella encima de él, cuando ambos se acostumbraron, ella empezó a moverse, en vaivén... de arriba abajo… ambos gemían, Sasuke sujetaba la cintura de ella, pasó el tiempo y los movimientos se hacían cada vez más rápidos, más fuertes, más frenéticos… Cuando ambos alcanzaron el puro éxtasis, ella se derrumbó sobre él, sus cuerpos exudaban calor… ambos sudados y sonrojados intentaban regular sus respiraciones, aun unidos, el moreno la giró... sus cuerpos no se separaron… Cuando se recuperó abrió sus dos esmeraldas para encontrase con unos ojos negros... que ella tanto conocía…
-Si alguna vez… te vuelvo hacer daño, no será por que quiera…
-Sas… -acalló su boca posando su dedo índice-
-Y que puedes estar segura que me dolería más a mí…
-“¿Me estás intentando decir algo…?” –le descolocó el comentario-
Sasuke beso su frente, su mejilla y le susurró un te quiero al oído… empezó a embestirla, se olvidó por un momento de lo que el Uchiha le había dicho hace tan solo unos instantes, el placer que el moreno le regalaba merecía toda su atención… Sin dejar de empujar dentro de ella, besaba su cuello, ella gemía y sin darse cuenta clavaba ligeramente sus uñas en la ancha espalda de Sasuke…
El segundo orgasmo de la noche golpeó todos los sentidos de ambos.
Sasuke rozaba su nariz por el cuello de Sakura... le encantaba su aroma... besó su frente...
Liberando a Sakura, se recostó sobre la cama, como todas las noches, ella se acurrucaba en su pecho, para dejarse llevar por el sueño… Normalmente él la seguía… pero esta vez había sido diferente… cuando estaba completamente dormida él salió de la cama, procurando no despertarla, sin hacer ruido tomo un papel, pluma y un sobre. Después de darse un baño rápido y de vestirse, fue al salón... estaba enfrente a la mesa, con una hoja en blanco enfrente de él…
Era de noche... la luz de la luna alumbraba el folio en blanco... se pasó las manos por el cabello, una costumbre que tenía siempre que se ponía nervioso… Sacó la tapa de la pluma y empezó a escribir…
Una hora había tardado en terminar la carta, cuando acabó, cerró el sobre y lo colocó en la mesita de noche… en la suya, antes de salir de la habitación miró a Sakura, recorrió cada centímetro de su cuerpo, vagamente tapado por las sabanas, que hace tan solo una hora, los envolvía a los dos… Era muy hermosa… ahora se arrepentía de no habérselo dicho más veces, aun con miedo a despertarla beso sus labios, se tomó su tiempo… quería guardar en la mente todo detalle… Antes de que se arrepintiera por lo que estaba haciendo salió de la habitación, cerró despacio la puerta, y antes de empezar a caminar se frotó la cara, se sentía tan miserable, despreciable…
Estaba preparado, no le faltaba nada, ya estaba en la entrada de la casa, sacó de un armario colocado cerca de la entrada una bolsa de viaje… Al salir de la casa le echó un último vistazo, suspiró sonoramente y partió
Andaba solo, en la noche de Konoha, la luna era testigo de su partida… como aquella noche… ¿la diferencia? Esa noche Sakura no estaría despierta para detenerlo...
No podía hacerlo de otra forma, está vez si que no sería capaz de dejar Konoha, no estaba seguro de poder dejarla a ella… la única opción que tenía era no verla en el momento decisivo de su partida…
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