Los rayos de sol entraban por la ventana, iluminando la habitación… Unos orbes de color esmeralda se abrían lentamente, se sintió extraña...
Palpó las sábanas en busca de algo… al no encontrarlo se incorporó tapando su desnudez con la sabana.
-¿Sasuke-kun?
-Sasuke… -Se levantó aun rodeada de la sábana, fue al baño… no estaba… “Habrá salido a entrenar…” Pensó deslizó la sábana por su cuerpo, y abrió el grifo de la ducha, el vapor empezaba a inundar el cuarto de baño mientras ella se deslizaba en el interior de la ducha, el agua recorría su cuerpo, pero lo que no podía borrar el agua era la sensación tan extraña que notaba… Ya de por si no le gustaba levantarse sin el abrazo del moreno, pero esa sensación…
Se empezó a vestir delante del espejo una vez seca. Solo le faltaba ponerse la camisa, cuando vio un sobre reflejado en el espejo, se dio la vuelta y mientras se colocaba la camisa se fue acercando a la mesita de noche...
Cogió el sobre y cuando vio su nombre escrito con la letra de Sasuke se estremeció...
No le estaba gustando nada como empezaba la mañana… salió de la habitación y buscó a Sasuke por toda la casa, no estaba… ni en el salón, ni en la cocina, ni en ninguna de las demás habitaciones, tampoco estaba en el patio… Vale definitivamente la situación no le estaba gustando nada… fue al salón, se sentó en uno de los cojines situados enfrente de la mesa y apoyó el sobre en el mueble…
Abrió el sobre… y empezó a leer…
Los últimos meses que he pasado contigo han sido los más felices desde hace tiempo… se que nunca te hablaba de lo que sentía o lo que significabas para mí, pero entiende que aún hay una batalla pendiente en mi interior… Es por eso que tengo que partir de la villa… ha llegado el momento de ganar esa batalla. Sólo así podré estar en paz conmigo mismo…
Me costó mucho partir este vez, y la razón eres tú, no podría irme estando tú presente, sé que no podría… Por que te has convertido en la persona más importante de mi vida, y como te dije a noche… te quiero… empecé a enamorarme de ti cuando estaba con Orochimaru, muchas noches me encontraba pensando en ti… y cuando te volví a ver no pude resistir la idea de volver contigo… Pero por mis errores aún he dejado cuentas pendientes en mi vida… y sé que tarde o temprano podrían afectarte o en el peor de los casos hacerte daño… No pudo volver a Konoha hasta que solucione mis problemas.
Perdóname, Sakura… perdóname fui un cobarde al dejarte esta carta, pero no encontré otra forma… Perdóname por todo lo que te he hecho y gracias por hacerme feliz… Te amo…
Sasuke…
-No… -Arrugó la carta en su pecho mientras las lágrimas salían de sus ojos- otra vez no… ¡Sasuke! -gritó- Otra vez no… -arrojó la carta lejos de ella, el tacto de esa carta ardía entre sus manos, las cuales utilizó para parar el torrente de lágrimas que salían de sus ojos, lloraba mientras se abrazaba a si misma-
-Otra vez… no… -logró susurrar entre las lágrimas y los gemidos de puro dolor que salín de sus labios…-
Horas, minutos, segundos… ¿el tiempo que había estado llorando…?
Estaba sentada en la cama, apoyada en la cabecera… abrazaba sus piernas mientas sus ojos rojos a causa de la cientos lagrimas que desprendieron, observaban ese trozo de papel que estaba enfrente de ella… la había leído tantas veces que había perdido la cuenta…
“No se donde has ido, ni cuando vas volver, ni se que demonios piensa hacer” –Frustrada deslizó sus finos dedos por su cabello, no podía estar más allí… tenía que salir ahora de esa casa, metió la carta rápidamente en el sobre, y la guardó en el cajón de la mesita de noche, salió corriendo de la casa, corrió y corrió, a ningún lugar exactamente, sólo necesitaba alejarse… cuando estuvo lo suficientemente lejos se percató que estaba andando justo en la dirección de la casa de Naruto… necesitaba a sus amigos más que nunca. Salió corriendo y llamó a la puerta, nadie contestó…-
“Naruto…” –Salió corriendo… otra vez… Volvió a llamar a otra puerta, otra que estaba casi en el otro extremo de la ciudad…-
-¡Sakura…! –Unos ojos negros la miraban-
-Sai… -ella lo abrazó-
-¿Qué ocurre¿Qué te pasa?
-Se ha ido… se ha ido otra vez –No hacían falta más palabras Sai ya sabía quien era el problema…-
-Tranquila… tranquila… -le susurró al oído-
Sai la consoló, nunca había visto a Sakura tan mal… Cuando vio que ella ya estaba en condiciones, fueron juntos a hablar con la Hokage…
-¿¡Qué!? –Espetó furiosa la Hokage, Sakura tenía la vista perdida, si no fuera por que se apoyaba en Sai estaba segura que caería en el suelo allí mismo- ¡sabía que no podía confiar en él…¡Tsk! –Tsunade se sentó en su silla, mientras intentaba relajarse-
-¿Y no sabes donde se ha ido¿O por qué?
-Solo sé… que va ha arreglar unos asuntos…
-¿Asuntos¿Qué clase de asuntos?
-No… lo sé… -Dijo en un murmullo-
-Tsunade es mejor que me lleve a Sakura, no se debe encontrar… -antes de que el moreno acabara la frase, notó el cuerpo de la pelirrosa flaquear… la sostuvo en sus brazos, para que no cayera…-
-¡Rápido llevémosla a una camilla! –Tsunade se asustó, el moreno alzó a una Sakura inconsciente y la cargo en sus brazos, siguió a Tsunade que le indicaba el camino para llegar a una de las salas de enfermería, la recostó sobre la única cama que había en la estancia, retiró un par de mechones de sus rostro y lo acarició-
-Sai vete a llamar a Shizune…
-Hai… -Cuando Sai marchó en busca de Shizune Tsunade se acercó a su alumna- Siempre sufriendo por amor pequeña… -dijo acariciándole los cabellos- “Sufres tanto o más de lo que sufrí yo…” –sacó sangre a Sakura, pensaba que el desmayo era por la presión… pero era mejor prevenir-
Diez minutos después llegó Shizune, le hicieron unas pruebas y dejaron descansar a Sakura, Sai quería quedarse un rato más para ver si despertaba… Pero no tuvo suerte… A pesar de que se quedó con ella todo el día Sakura no despertaba…
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