Una capa oscura con nubes rojas ondeaba en la oscuridad, su compañero Kisame… había desaparecido ¿Dónde demonios estaba? Después de haber dejado el pueblo donde estaban partieron hacia su destino, decidieron hacerlo de noche, cuantas menos interrupciones mejor… Era media noche, y su compañero había desaparecido hacía escasamente una hora…
Sintió una presencia… esquivó con la habilidad de un Uchiha la espada de su propio compañero… la cual desgarró el suelo al no encontrar otro obstáculo. Obvio no era Kisame el que había lanzado contra el la espada, el extraño era de su misma altura quizá unos centímetros más bajo… La duda no duró mucho cuando unos ojos inyectados de sangre iguales a los suyos le devolvían la mirada.
-Cuanto tiempo sin vernos… Itachi
-Sasuke… -Las miradas de ambos estaban tranquilas, lo que no quitaba el profundo odio que expresaban-
-La última vez fallé… pero ahora no será igual… -Itachi cerró los ojos, una batalle estaba a punto de comenzar…-
Sus ojos verdes se abrieron de para en par –Tasuke… -Sakura se incorporó de la cama y fue a comprobar que su bebé estaba bien…
Se acercó a la cuna y vio a su pequeño dormir placidamente. Abrazado a su osito de peluche favorito, cubierto por una manta azul. Era la cosa más linda del mundo. A su madre se le caía la baba
-Eres lo más preciso del mundo –susurró arropando al bebé- te quiero…
A pesar de que comprobó que su bebé estaba en perfecto estado, no se podía sacar esa angustia, se despertó por que tuvo un mal presentimiento, nada bueno…
Mientras veía al niño no podía evitar pensar en el padre de la criatura ¿estaría bien? le era imposible olvidarlo, todo lo que hacía le recordaa a él... Sakura se sorprendió de lo mucho que lo amaba, era como si en su mente estuviera presente las veinticuatro horas del día... se limpió con suavidad las lagrimas que habían empezado a caer, cada día que pasaba lejos de él era una tortura, menos mal que tenía a su Tasuke... también se sorprendió al darse cuenta del amor que alberga un madre a su hijo, Tasuke para ella lo era todo, daría su vida por él sin pensarlo ya que su vida no tendría sentido sino viera crecer día a día a su hijo... y al hijo de Sasuke.
Bajó a la cocina y fue a preparar el biberón a Tasuke, muy pronto se despertaría para reclamar su comida. Cuando ya estaba comprobando la temperatura hoyo los llantos de su hijo. Subió rápido las escaleras, cuando llegó a su cuarto se acercó a la cuna y lo cogió en brazos. El niño no era tonto, nada más ver a su mamá y a su biberón paro de llorar y enmarcó una sonrisa…
-Venga ahora a comer –se sentó en la cama, y dio a Tasuke el biberón-
En los brazos de su madre y cogiendo con sus manitas el biberón disfrutaba de su comida. Ella miraba por la ventana, el estar con su hijo así le ayudaba a olvidar ese sentimiento que la había invadido hace unos instantes aun así la sensación de angustia no se iba… se quedó dormido en sus brazos, lo dejó en la cuna e intento dormir ella también… una tarea algo complicada…
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Ambos hermanos respiraban agitadamente… No hubo ningún intercambio de palabras. Tan solo golpes… un combate igualado aunque Itachi fuera más fuerte la necesidad de Sasuke de vengar a su clan marcaba una importante diferencia.
-El clan nunca fue lo que tú pensabas que era… no sabías nada absolutamente nada
-Y tú… te encargaste de que jamás lo averiguara ¿verdad? –Dijo Sasuke con una mueca de desprecio y una voz irónica- que mejor forma... que matar a todo el clan
-No entendías y sigues sin entender nada…
-¿Qué se supone que debo entender? –Gritó Sasuke, Itachi no contestó- ¿¡Qué se supone que hay entender!? –El silencio aun dolía más que las palabras-
-Lo único que entiendo es que estás loco… esa es la única razón para explicar que mataras a tus propios padres… a ¡Nuestros padres!
-Ellos eran parte del clan –esas palabras enfurecieron a Sasuke-
-Te mataré igual que e echo con Orochimaru –desenfundó su Katana-
-Orochimaru no es como yo… -Los ojos de Itachi se abrieron de par en par al presenciar…- Amaterasu… -susurró-
El menor al fin había conseguido el Mangekyo Sharingan, hasta ahora tan sólo Madara Uchiha y él mismo itachi eran los poseedores del Mangekyó Sharingan, pero había un poseedor más… Cuando vio el ataque tan cerca sintió algo que nadie jamás sabría, se lo guadaría para si… y es que estaba orgulloso, de su hermano, que consiguió lo mismo que él sin necesidad de matar, sólo con su esfuerzo y trabajo…
Sasuke no aguantaba más… desvió el ataque… no podía matar a su hermano… Ambos cayeron al suelo. Tanto trabajo, tanto sacrificio, tanto dolor y ahora… ¿No podía matarle…? Que cómico, soñaba noches enteras que cumplía su venganza, era lo más importante en su vida y su meta. ¿Por qué ahora no podía matarlo? Quizás… ¿Había encontrado algo más importante que su venganza? Era demasiadas emociones juntas… Salió corriendo de allí, herido y agotado, después de media hora, cuando se sintió lo suficientemente lejos de ese lugar, se apoyo en un árbol… Necesitaba pensar…
-¡Itachi! –Kisame observó a su compañero, la capa rasgada, restos de sangre esparcidos por su ropa y por el terreno… posó su vista en su espada, la que había sido arrebatada por Uchiha Sasuke antes de dejarlo inconsciente con el Mangekyo Sharingan- Sasuke…
-Se ha ido
-¿Lo mataste?
-No
-¿Qué demonios pasó entonces? Tenía el Mangekyo Sharingan
-Lo sé… se ha ido –Dijo Itachi en voz baja-
-¿Que? Pensé que lo que él quería era matarte
-¿demasiadas preguntas no crees? -gruñó el Uchiha-
-¡Hmp! Vamos, tenemos que irnos –Kisame recogió su espada- No creo que podamos ir muy lejos en las condiciones en que estamos, volvamos al pueblo.
Se colocaron el sombrero tan característico de akatsuki y regresaron al pueblo…
-¡Hice esta maldito viaje para nada! -gritaba furioso Sasuke- No tenía que haberme ido de la aldea… Me costó meses encontrarlo y cuando por fin lo tengo delante de mis narices me acobardo… ¡joder! –Sasuke pegó un fuerte puñetazo al árbol, se masajeó las sienes y para tranquilizarse se sentó en el árbol que por poco destruye- ¿Podré volver ahora a Konoha…? -se preguntaba-
Estaba echo un asco… y la herida que tenía aun costado todavía le molestaba… saltó árbol tras árbol hasta llegar a un pueblo… estaba muy lejos de Konoha… a una semana, a máxima velocidad, de la aldea oculta de la arena… Tendría tiempo para pensar si debía regresar… No había cumplido su venganza, y había echado a perder la relación que tenía con la pelirrosa…
-¡Tsk…! Pero que relación –Sasuke estaba en la habitación de un pequeño hostal- ni siquiera le pedí que fuera mi novia… -dijo para si mismo- “No puedo aparecer como si nada… la otra vez…” –Pensó recordando…- “ella vino a por mi… esta vez no será igual…”
Nada será igual…
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