Sasuke había abierto los ojos, Sakura no se sorprendió al ver el sharingan en ellos, ya se había acostumbrado a ver esos ojos que tanta gente temía, casi siempre antes de dormirse los veía, y Sasuke solía activarlo cuando hacían el amor… Sakura no sabía por que lo hacía… o si lo hacía inconscientemente. Se metió en la bañera, enfrente de Sasuke, se sumergía poco a poco, sintiendo como el agua caliente acariciaba su piel.
Le encantaban los baños de agua caliente y más si tenía a un guapearas con ella dentro de la bañera.
Sasuke sonrió de lado, cogió la mano de Sakura entre la suya y tiró de ella, la pelirrosa le devolvió la sonrisa se acercó a él y apoyó su espalda contra el pecho de su prometido. Prometido… ay, que bien sonaba esa palabra. Suspiró hondo al sentir los brazos de Sasuke rodeándola. Si en algún lado se sentía segura era ahí, entre sus brazos. Él inconscientemente acarició con suaves caricias el brazo de Sakura. Ella era tan frágil… más ahora que estaba embarazada, y sobretodo tan inocente, él podía sacarle los colores con cualquier cosa, además era pequeñita… pero no importaba por que se iba a encargar de que nadie, absolutamente nadie le tocara ni un solo pelo a Sakura.
Ella echó la cabeza hacía atrás, abrió los ojos, el gemido que escapó de su garganta fue tan fuerte, que hasta sintió un poco de vergüenza. Sasuke había acariciado sus senos…
Cuando ella se dio la vuelta pudo ver sus ojos verdes, ensombrecidos por el deseo… sonrió… volvía ha hacerla sonrojar, posó su mano en la nunca y la atrajo hacia si, llevó la mano que quedaba libre hasta su cadera para pegarla lo más posible a él. Él cuerpo flexible y blando de ella apoyado contra el abdomen duro como una roca de él. Sonrió entre el beso al sentir los abundantes pechos de ella aplastarse contra su torso, seguían besándose, pero de repente Sasuke se detuvo y miró hacía la puerta. Sakura besó la comisura de su labio y al no verse correspondida se extraño y le preguntó.
-¿Qué ocurre?
-Alguien acaba de entrar en casa… -Se separó de ella lo más suavemente posible y salió de la bañera- vístete
Él no se molesto ni en coger una toalla, salió del baño, empapando el suelo por el que pisaba hasta llegar a su habitación. La o las personas que acababan de entrar estaban en el piso de abajo, se había puesto el primer pantalón que cogió y ni se molestó en coger una camisa, fue directo hacia su katana, le sería mucho más útil, dado que el desconocido estaba a unos metros de distancia…
Salió de la habitación. A pesar de que estaba en penumbra podía percibir una sombra al final del pasillo. Fuese quien fuese tendría que matarlo si quería llegar a las habitaciones en donde estaban Sakura y su hijo. Podía oír los pasos de Sakura, salió del baño vestida con la ropa que había dejado enfrente de la bañera, estaba justo detrás de Sasuke… y podía sentir al intruso, con un grito ahogado salió corriendo hacia su habitación. Tasuke.
-¿Quién eres y qué haces aquí?
No podía ser un ladrón, ninguno en su sano juicio se atrevería a entrar en las propiedades del clan Uchiha, y mucho menos sería uno de sus amigos. Un movimiento… la sombra dio un par de pasos al frente y dio a conocer su identidad mostrando sus ojos… Sharingan. La mandíbula de Sasuke se tenso, sus ojos que mostraban su técnica de línea sucesoria estaban completamente abiertos y sus manos empezaron a temblar de odio y frustración. ¿¡Es que acaso no lo podía dejar vivir en paz! No se lo podía creer… pero una cosa estaba clara, Uchiha Itachi no seguiría respirando el mismo aire que su familia por mucho tiempo.
Sakura estaba sentada en el suelo, debajo de la ventana. Se había armado con unos kunais y unos shuriken que había guardo en su estuche y abrazaba fuerte a su hijo contra su pecho. No se podía echar a llorar, necesitaba estar atenta, no sabía lo que pasaba… no sabía lo que tenía que hacer, estaba a punto de levantarse y saltar por la ventana con Tasuke en brazos cuando oyó una explosión.
Tasuke, que estaba adormilado, despertó asustado por el estruendo y empezó a llorar mientras se abrazaba a su madre.
La pared del segundo piso de la casa estaba destrozada, trozos de piedra y madera estaban esparcidos por el jardín, donde dos figuras se alzaban una enfrente de la otra.
-¿A que has venido aquí? –Gritó Sasuke-
No hubo respuesta, maldito… estaba dispuesto a dejar su venganza, a olvidar el pasado… en su último encuentro le había perdonado la vida. Ahora se arrepentía, tenía que haberle matado cuando tuvo la oportunidad. Pero Sasuke tenía clara una cosa, Itachi Uchiha no le volvería a arrebatar a su familia.
Sakura estaba asustada, no paraba de oír el sonido de la batalla, Sasuke estaba en el jardín, luchando contra su propio hermano, había perdido la noción del tiempo, nunca había sentido tanto miedo en su vida, todo su cuerpo temblaba y Tasuke no paraba de llorar. Seguía debajo del marco de la ventana, escuchando atentamente… Hasta que sintió unos pasos que se dirigían hacia la habitación.
Se incorporó con Tasuke en brazos y empuñó un Kunai, la puerta corrediza se abrió mostrando una cabeza rubia seguida por Kakashi…
-¡Naruto! -sollozó-
-Vamos Sakura tienes que salir de aquí... –dijo Naruto mientras se acercaba rápidamente-
-No puedo dejar a Sasuke… él est…
-Este lugar es peligroso para Tasuke, y tu hijo te necesita –no espero una respuesta…- nos vamos
El rubio empujó a Sakura fuera de la habitación, en el pasillo la esperaban dos Anbu…
-Sacadla de aquí
Después de la orden de Kakashi, su sensei y Naruto saltaron por la ventana, para caer en el suelo, a espaldas del moreno. Una parte del jardín estaba destrozada, y la batalla apenas había comenzado. Naruto con los ojos tornándose rojos empezó a correr hacia su compañero pero Kakashi lo detuvo. Naruto, aunque quería intervenir, sabía que no debía, esa batalla era de Sasuke, y él no tenía derecho a unirse…
Ambos hermanos estaba quietos, el uno enfrente del otro, en la casa donde años atrás Itachi había asesinado a su propia familia, en el jardín donde Sasuke jugaba de pequeño, en el jardín donde muchas veces había hablado con él, de hermano a hermano… Los dos con el sharingan activado.
-Voy a matarte… -Dijo Sasuke despacio- Pero antes quiero saber la razón por la que mataste a nuestros padres.
-Te lo dije una vez…–susurró su hermano- puse a prueba mi contenedor
-¿Contenedor?... –Dijo entre dientes- ¡Ja, y una mierda! -Sasuke se lanzó hacia Itachi, puño contra puño-
-Eres mi oponente Sasuke… aquel que confirmará mi contenedor.
Sasuke saltó hacía atrás, interponiendo distancia entre él y su hermano. Era de noche y lo único que iluminaba el jardín eran un par de lámparas, hacía viento y seguramente pronto empezaría a llover… aquel que confirmará mi contenedor. Esas palabras ya las había oído antes. Cerró los ojos, apretaba los puños y la mandíbula con tanta fuerza que empezaba a dolerle… alzó la cabeza y miró hacía atrás. Naruto y Kakashi estaban detrás de él…
Y sonrió, confirmar el contenedor, si eso es lo que quería su hermano… lo iba a tener.
Sasuke empuño su katana,chidori nagashi... corriente de mil pájaros… el chakra empezó a rodearle el cuerpo. Desactivo su sharingan y miro a su hermano a los ojos.
-¿Puedes venir conmigo a un entrenamiento de shuriken después de la escuela?
-estoy ocupado… puedes pedírselo a mi padre.
-Pero tú eres mejor en técnicas con shuriken, hasta yo puedo saberlo. Siempre me tratas como a una carga…
Sonrió al recordar ese día… después de haberle pedido que le ayudara con el entrenamiento, Itachi con un movimiento de mano le pidió que se acercara. Después le dio un golpe en la frente.
-Perdóname, Sasuke. Otro día… No tengo tiempo para estar contigo hoy.
-Siempre dices lo mismo: perdóname Sasuke… y después me golpeas la frente. Además dices "hoy" pero nunca estás conmigo.
Su hermano mayor seguía ahí de pie, enfrente de él. No había movido ni un solo dedo. Nunca sabría exactamente las razones por las que Itachi asesinó al clan. Ni si Itachi quería a su familia. Pero acababa de comprender algo, su hermano no lo había dejado con vida aquella noche, para que en un futuro pudiera comprobar su contenedor. Era al revés…
-Tú cargas ese potencial, me detestaste y mantuviste un rencor hacía mí. Continuamente deseaste superarme… y es por eso que te dejare vivir para mí…
Itachi Uchiha, su hermano, no necesitaba nada más para comprobar su poder. Quería saber… si Sasuke… su estúpido hermano pequeño, podía, algún día, superarle.
Sasuke empezó a correr hacia su hermano, Itachi en posición de defensa se estremeció, Sasuke abrió los ojos a unos metros de su hermano. Ni el sharingan ni el mangekyo Sharingan… le devolvieron la mirada. Ojos rojo sangre, tres aros rodeaban la pupila central, compuesta por un circulo con tres aspas que giraba en una dirección.
Un nuevo tipo de sharingan, Itachi no notó el dolor de la Katana de Sasuke atravesándolo el corazón, ni el chakra del chidori nagashi herir su piel, sintió de golpe todo el dolor, que Sasuke acumuló y padeció durante años, después de perder a su familia.
Su estúpido hermano pequeño… lo había superado…
Había empezado a llover, pequeñas gotas bañaban los cuerpos de los dos hermano, Sasuke soltó la katana y se tambaleó hacia tras dejándose caer en el suelo de rodillas. Y se llevó la mano a la cara, lágrimas… lo último que vio antes de quedar inconsciente, fue la mirada de su hermano, en su rostro una sonrisa… hasta que cayó en el suelo, enfrente de él… manchando la tierra de sangre.
········
Andaba de un lado al otro de la casa…
Era un día soleado, el ambiente era cálido y todas las ventanas de la residencia Uchiha estaban abiertas¿Dónde estaban su hijo y su futura esposa? Una suave brisa recorría todos los recovecos de la casa, y Sasuke que en estos momentos atravesaba el jardín exterior podía oír claramente la voz de una mujer cantando un melodía… el canto proveía de una habitación cercana a él… desde el pasillo podía ver que la puerta estaba abierta… La voz era idéntica a la de…
-¿Mamá?
-Hola Sasuke-chan…
-Mamá…
Era su madre, estaba igual que cuando él tenía ocho años, mismo pelo, mismos ojos, misma piel… Era ella, se acercó despacio, con miedo de que desapareciese, se arrodilló a su lado y la abrazó… su madre lo acogió en sus brazos, acariciándole su pelo rebelde.
-Sasuke-chan…
Se separó de ella, no se lo podía creer, era su madre, era ella… pero…
-No voy a estar aquí mucho tiempo… -dijo su madre sonriéndole- así que prométeme una cosa… -le acarició la mejilla- prométeme que vas a ser feliz.
Sasuke miraba cada centímetro de su rostro, quería guardarla en la memoria para siempre, hubo ocasiones que se asustó, cuando, a veces, se olvidaba del rostro de sus padres, en aquellos momentos, siempre se encerraba en algún lugar y empezaba a recordar los buenos momentos. Y ahora que veía a su madre, iba a grabarse cada planicie y curva de su rostro… él asintió, sí… a partir de ahora iba a ser feliz… su madre sonrió feliz y sintió los labios de ella plantarse en su mejilla…
Te quiero… -oyó antes de su madre desapareciese lentamente-
-Yo también te quiero… -sonrió- mamá.
······
Abrió los ojos con pesadez, le dolía demasiado la cabeza, sentía que le iba a estallar, sólo veía un techo blanco… y de repente recordó… mamá… pero no se entristeció, puedo que fuera sólo un sueño, pero sentía tranquilidad, hacia mucho que no soñaba con su madre, y estaba seguro que ese sueño se le quedaría grabado en la memoria para siempre… miró hacia su derecha, había una maquina que media el ritmo cardiaco, pero estaba apagada, al fondo había una ventana abierta, entrecerró los ojos y miró hacía su izquierda. Sonrió de lado al ver cabellos rosados, Sakura estaba sentada a su lado, sujetando su mano izquierda y con la cabeza y los brazos apoyados en la cama, por el ritmo lento de su respiración, Sasuke supuso que estaba durmiendo… a la derecha había una pequeña mesa, encima había un florero con varias flores… todas blancas.
Debía de llevar algunos días inconsciente, alargó su brazo derecho y acarició la cabellera rosada.
-Sakura…
Ella levantó un poco la cabeza, abrió los ojos y puedo ver su mirada verde jade mirándolo… aun estaba media dormida. Se incorporó un poco, sentándose en la cama y vio la sonrisa de Sakura. No tardó nada en ver como ella se echaba a su brazos, aun estaba un poco adolorido pero no le importaba, había pasado mucho miedo cuando había visto a su hermano, no hubiera soportado que algo le hubiera pasado a ella o a su hijo… su hermano…
-Sakura… Itach…
-¡shh! –Le besó… después acarició su rostro cerciorándose de que todo estaba bien- voy a llamar a Tsunade
Salió corriendo de la habitación, tenía muchas preguntas que hacerle y ella va y se larga… molesta. Negó la cabeza sonriendo, era su molestia pero no la cambiaría por nada del mundo. Se acomodó mejor en la cama, su cuerpo estaba bien, no tenía heridas, lo peor era ese dolor de cabeza… diez minutos después la puerta se abrió, pero no era Tsunade ni mucho menos Sakura, era Naruto… y traía en brazos a su hijo, sano y salvo. Que ganas tenía de ver al enano…
-Me encontré con Sakura, iba corriendo en busca de Tsunade… me dijo que ya habías despertado… -Naruto se sentó en la silla donde antes estaba Sakura con su típica sonrisa- ¿Cómo estas teme?
-Perfectamente, dobe…
Estiró las manos hacía Tasuke, Naruto se lo entregó con cuidado y rió al ver como el pequeño abrazaba a su padre. Lo más raro fue que a Sasuke no pareció importarle, es más le devolvió el abrazo. Es increíble el cariño que acabó cogiéndole Tasuke a su padre en tan poco tiempo… Sasuke acomodó a su hijo en su regazo y empezó a hacerle preguntas a su amigo.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí?
-una semana…
-¿Qué pasó con Itachi?
-Lo mataste Sasuke… tu katana le atravesó el corazón.
-¿Qué ocurrió ese día? –Naruto suspiró cansado, le iba a tocar a él dar la e explicación-
-No sabemos a que vinieron, junto con Itachi venían Kisame y más ninjas… al parecer Kakashi los vio merodeando por los alrededores de la aldea ese día. Pero no se llevaron nada, y no mataron a nadie, tan sólo dejaron unos cuantos heridos leves… Kisame y dos ninjas más murieron, los otros escaparon… Sasuk… -se vio interrumpido-
Tsunade entró en la habitación del hospital, seguida de cerca por su alumna.
-¡mamá! –Dijo Tasuke nada más verla entrar-
-Dejadnos solos, tengo que hablar con Sasuke…
Siguiendo la ordenas de la Hokage, Sakura cogió en brazos a su hijo y junto con Naruto dejaron a solas a Sasuke y a la rubia. Tsunade se posicionó enfrente de la cama, mirando duramente al Uchiha con los brazos cruzados.
-Esa técnica que usaste… dejó tu chakra al cero. Kakashi y Naruto dijeron que sólo te vieron usar el chidori nagashi, pero… ambos sabemos que esa técnica no te hubiera dejado en tal estado… ¿qué paso?
-eso ya no importa… -contestó en un susurro el Uchiha-
-te recomiendo… que esa técnica que utilizaste te la guardes para ti… por que la próxima vez podrías morir. –Sasuke asintió y la rubia suspiró, se encaminó hacia la salida y cuando estaba abriendo la puerta le dijo- esta vez estuviste preparado para proteger a tu familia… -Tsunade no miró atrás, pero si lo hubiera echo, hubiera visto una pequeña sonrisa asomándose en los labios de Sasuke.
Al día siguiente le dieron el alta al moreno, todos sus amigos lo fueron a visitar y fueron testigos del sonrojo del Uchiha… y es que Sakura no se había separado de él desde que despertó esa mañana en el hospital, se había sentado con él en la cama, y no lo había soltado en todo el día… no se quejaba de su compañía todo lo contrario, pero si tenía que abrazarlo hasta dejarle sin respiración y besar hasta el último rincón de su rostro al menos que lo hiciera cuando estaban a solas… o por lo menos no delante del dobe… sí, definitivamente Sakura lo estaba cambiando.
Y pasaron los meses y Sakura lo seguía cambiando.
Seis meses después…
Sasuke se despertó, una suave brisa entraba por una de las ventanas de la habitación. Se frotó la cara con una de sus manos y sintió el roce de su anillo de casado… sí, casado. Llevaba cuatro gloriosos meses casado con su preciosa esposa. Miró a un lado y la vio a su lado, tendida en la cama de lado. Estaba de más de siete meses. Era hermosa, pero cruel… ella era la única que sabía el sexo del bebé… los demás tendrían que aguantarse sin saberlo. Al menos hasta que naciera el bebé.
Esa mañana el matrimonio decidió dar una vuelta por la aldea con su hijo. Simplemente a pasear, a charlar tranquilamente. Decidieron hacer una visita a Kakashi y Kurenai. Haber como estaban ellos y su bebé recién nacido. Tenía tan sólo unos pocos meses. Había sido niño pero idéntico a su madre. Pelo oscuro, ojos color carmesí… quien sabe a lo mejor heredaba la impuntualidad de su padre. Sakura pensó que en un futuro sus hijos serían muy buenos amigos.
Más tarde, a la hora del almuerzo invitaron a comer a Naruto y a Hinata, se los habían encontrado en medio del paseo. La feliz pareja, aun seguían de novios. Naruto le había dicho a Sasuke que le había intentado pedir matrimonio varias veces, pero que en el último momento le entraba vergüenza y no se lo pedía… El Uchiha le había dicho ayer a su mujer¿Que te apuestas a que esta semana le pide matrimonio?
Al final el rubio los acabó arrastrando hasta el ichiraku, comieron ramen entre insultos por parte del Uchiha y el Uzumaki. Mientras que sus novias charlaban alegremente y jugaban con el pequeño Uchiha. Pasaron un día en familia, rodeados de sus amigos y cuando el sol empezaba a esconderse tras las montañas, Sasuke decidió llevar a Sakura a un lugar especial…
Un lago circular, con un pequeño puente de madera unido a la orilla, enfrente del lago se podía ver varias montañas, que adornaban una hermosa puesta de sol. Las aguas bañadas por los últimos rayos del astro rey se veían tranquilas… era el lugar favorito de Sasuke, donde su padre le enseño el katon goukakyuu no jutsu y donde hizo la promesa de convertirse en un vengador… ahora que su hermano estaba muerto, no se lo podía creer.
Matar a su hermano no lo hizo más feliz, pero de algo se sentía orgulloso… en la pelea no tenía en mente vengar a su clan, si no proteger a su familia y cuando lo mató, lo primero que pensó, fue que Sakura y su hijo estarían a salvo de ese asesino.
Miró a su izquierda, Sakura… los rayos del sol bañaban su rostro, al igual que el de su hijo, que estaba apoyado en el hombro de su madre, el niño estaba medio dormido. Era hermosa, sobre todo ahora, que estaba embarazada… puede que no fuera la mujer más atractiva del mundo, pero para él si lo era… (Aunque no se lo dijese muy a menudo) le encantaban sus labios, su nariz respingona, el color de sus ojos y le encantaba sobretodo verla enfadada…
-Mi padre me enseñó aquí el katon… -Sakura lo miró de soslayo- estuve entrenando durante días para demostrarle que podía hacerlo y que se sintiera orgulloso de mí…
-Bueno ahora tu podrás, enseñárselo a Tasuke –miró hacia el frente con una sonrisa- y a los que vengan…
-Sakura… -se sentía tonto por preguntarle eso, pero tenía que hacerlo- ¿estás segura de que quieres estar casada conmigo?
Ella lo miró sorprendida… ¿Qué pregunta era esa? Se acercó a él y plantó sus labios sobre los suyos, Sasuke rodeó su cintura, estrechándola en un fuerte abrazo contra él, pero teniendo cuidado de no hacer daño a Tasuke.
-No hablo mucho, no expreso lo que siento… -entornó los ojos- bueno… no muy a menudo… soy un desastre cuidando a Tasuke y enseguida me pongo de mal humor. –Sakura se rió y después le dio un beso-
-Cada día hablas más y me cuentas que es lo que pasa, lo de Tasuke no es verdad, en muy poco tiempo te ha cogido mucho cariño y ya me encargaré yo de ponerte de buen humor… -dijo poniendo una mirada para nada inocente- además, te quiero mucho…
Se estrecharon en un abrazo y un silencio los invadió… Sakura rompió el silencio susurrándole…
-Ahora es cuando tienes que decir… Yo también te quiero Sakura…
Sasuke se echó a reír y la beso.
-Yo también te quiero… Sakura.
Y se volvieron a besar bajo los rayos de la puesta de sol.
Ahora Sasuke se daba cuenta de lo importante que era Sakura, si ella no estuviera con él, después de acabar su venganza no tendría a nadie por quien vivir… quería casarse con ella y tener muchos hijos, quizá volvería a poner en marcha el cuartel Uchiha, después de todo…
Ahora tenía el resto de su vida para ser feliz…
.. fιи ..
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