¡Bienvenidos a sasusaku forever love!

Bienvenidos a sasusaku forever love!!!!
espero que se diviertan con las imagenes y y fan fic de esta hermosa pareja....
sayonara!!!!!!!!

miércoles, 16 de junio de 2010

Aprendiendo a ser papá capitulo 1 parte 2

Hacía un par de horas el Uchiha ya se había levantado, estaba sentado en el suelo, rodeado de viejas cajas, eran los restos de las pertenencias de sus padres, en las cuales había desde ropa y juguetes, hasta libros y cartas.

Ahora estaba examinando una caja en la que estaban recuerdos de la boda de sus padres, había una foto… su madre era preciosa. Siguió rebuscando entre la caja, era imposible para él no asomar una sonrisa, quiso y quería tanto a su familia, sacó una pequeña cajita, jugaba con ella entre lo dedos hasta que un recuerdo volvió a su mente.

-¿Mamá? –el pequeño Uchiha corría por la casa en busca de su madre, tenía 5 añitos… su hermano se había ido a entrenar y su padre no estaba, se sentía solo… así que se fue a buscar a su madre, a ver lo que estaba haciendo- Mamá…

-¡Aquí cariño! –se oyó la voz de una mujer en una habitación algo alejada, Sasuke corrió… ya sabía donde estaba…-

-¿Qué haces mamá? –Se sentó al lado de Mikoto, ella estaba sentada de rodillas, enfrente de una caja, empaquetaba cosas con mucho cuidado…-

-ordenando un poco la habitación –le sonrió-

-¿Qué hay aquí? –cogió entre sus manitas una cajita pequeña, era de color negra, aterciopelada… la abrió con cuidado, dentro había un anillo-

-tú padre me pidió que me casara con él con ese anillo…

-¿y te casaste?

-tu que crees –rió- ese anillo pasa de generación en generación… es tradición que la madre se lo entregue a su hijo, para que él le pida matrimonio a la mujer de la que esté enamorado… -Sasuke se entristeció-

-¿entonces le darás este anillo a Itachi? –Su madre le acarició la cabeza-

-el anillo se entrega al menor de los varones…

-¿enserio, entonces será mío? –Su madre asintió- mi esposa tendrá este anillo –dijo entusiasmado-

-¡Sasuke! No me digas que ya estás enamorado –Bromeó la mujer-

-¡cla-claro que no! –contestó sonrojado-

-prométeme que te vas a enamorar de una buena mujer…

-¡mamá! –El pequeño se sonrojaba más por segundos-

-bueno… bueno, no te pongas así… -Mikoto le había dado un cálido abrazo.-

Recordaba la sonrisa de su madre, era una mujer que siempre estaba feliz, procurando que nada les faltara a los que más quería, era la mujer perfecta. Abrió la caja y el anillo estaba en el mismo lugar que la última vez que lo había visto, era sencillo, de oro blanco con un pequeño diamante en el centro.

-Te lo prometo… mamá… -guardó rápido la pequeña cajita en uno de sus bolsillos al oir unos pasos.

-¿Sasuke?. ¿Qué haces aquí? –Sakura entró el la habitación, estaba algo oscura pero podía ver a la perfección la silueta del moreno-

-Recordando… -Sasuke seguía sin hablar demasiado, en el fondo seguía siendo el de siempre. Algo que a Sakura no le importaba, ella lo amaba tal y como era.-

-Voy a ir ha hacer la compra ¿quieres algo? –Sasuke negó con la cabeza- me llevo a Tasuke vuelvo pronto, adiós

-adiós.

······

Se movía de comercio en comercio, Sakura llevaba más de media hora haciendo la compra, y por ¡fin! salió de la última tienda. Caminaba por la calle, las dos bolsas colgaban de su codo derecho para poder tener las dos manos libres para agarrar a su hijo. A unos metros pudo distinguir una cara conocida que se aproximaba hacia ella.

-Hola Sakura, Tasuke

-¡Sai! –Dijo Tasuke queriendo ir a los brazos del moreno-

-Hola Sai

Sai cogió al pequeño en brazos y jugó un poco con él, lanzandolo al aire y recogiéndolo después. Sakura sonreía, le encantaba ver a Tasuke riendo de esa manera en compañía de su amigo.

-¿Vienes de hacer la compra?

-Sí, acabo de terminar.

-Si quieres te llevo las bolsas.

-No hace falta, gracias… con que me sujetes a Tasuke es suficiente

Los dos comenzaron a andar hacía la casa de Sakura.

-Tasuke ha crecido en estos últimos días que no lo he visto

-Sai… -se entristeció- sabes que puedes venir a casa siempre que quieras –el moreno no dijo nada- Tasuke te echa de menos, a dicho tu nombre un par de veces.

El moreno seguía callado, desde que Sasuke había vuelto Sai apenas veía al niño, y el pequeño lo echaba en falta.

-gracias, ya me pasaré un día

Se formó un incómodo silencio, que fue roto por las risas de Tasuke que señalaba un comercio.

-¿Quieres un helado Tasuke?

-¡Síííí!

-Venga vamos

Los tres se sentaron en una de las mesas y pidieron un helado, para Tasuke de chocolate y para Sai de menta.

-¿Qué tal todo, has tenido alguna misión? –Preguntó Sakura mientras le daba de comer el helado a Tasuke-

-Casi ninguna¿Oye te importa si un día de estos me llevo a Tasuke a jugar al parque?

-Claro que no, me encantaría –Dijo mirándolo con dulzura- ya sabes que Tasuke te adora

Sai se limitó a sonreírle, cuando acabaron los helados retomaron el rumbo. Sai despidió de ellos unas manzanas antes de llegar a la casa del Uchiha. Sakura entró en la casa y después de colocar la compra en su sitio fue en busca de su Sasuke. Entró en la habitación y dejó a su hijo dentro de la cuna.

Sakura sintió un escalofrió… Sasuke debía de tener una pesadilla, se revolvía inquieto en la calma y fruncía el ceño. Acarició su rostro, susurraba su nombre para despertarlo.

Sasuke se despertó y se sentó bruscamente en la cama asustando a la pelirrosa, pero cuando la detectó agarró violentamente su muñeca y la atrajo hacia su pecho.

-¿Sasuke-kun? –preguntó asustada-

Podía oír el rápido palpitar del corazón de Sasuke y percibía su irregular respiración.

¿Una pesadilla?

Iba caminando hacía su casa. Las calles del distrito del clan Uchiha estaban vacías, ya nadie pasaba por aquel lugar. Y Sasuke seguía caminando hacia su casa. La que compartía con su nueva familia, con Sakura y su hijo. En un tejado había una sombra, cuando se quiso fijar para saber que o quien era… ya había desaparecido. Siguió caminando, un poco más rápido. Otra sombra, y otra, y otra, desaparecían tan rápido como aparecían.

Empezó a correr lo más rápido que pudo, mientras la noche caía y la luna se teñía de rojo.

Abrió la puerta de su casa, y se dio la vuelta. En la pared donde años atrás Uchiha Itachi había incrustado un kunai, estaba apoyada una katana ensangrentada. Larga y afilada con la empuñadura negra.

Presa del pánico entró corriendo al interior de la casa, la puerta del dormitorio estaba entreabierta y por la abertura podía ver los ojos de su Sakura, entró en la habitación y la vio tirada en el suelo. Con los ojos abiertos, una mirada de terror plasmada en la cara y completamente ensangrentada.

Los ojos de Sasuke se empezaban a dilatar… la cuna. Debajo de la cuna había un charco de sangre.

Sakura… su hijo…

Se dio la vuelta, la misma empuñadura, el mismo filo, diferente sangre… y mismo asesino. La katana estaba a milímetros de su cuello cuando…

-¡Sasuke! –Gimoteó- ¿Sasuke estás bien?

Sasuke nervioso por la pesadilla, se aferró aun más al cuerpo de Sakura. Se empezó a tranquilizar, sólo había sido un sueño… Atrajo a Sakura hacía la cama, y la tumbó a su lado, la abrazó por detrás… un sueño tan sólo un sueño. La acercó hacia él lo más posible, pegando la espalda de ella contra su pecho.

-Sasuke-kun… ¿estás bien?

El asintió sobre su cuello. Se quedaron abrazados, tranquilos, disfrutando de un momento de paz… Más tarde Sasuke se fue a dar una ducha, esa pesadilla seguía molestándole, quería despejar la cabeza. Tasuke se despertó, tenía hambre…

-Hola mi amor –le susurró al niño cogiéndolo en brazos-

El pequeño aun estaba medio dormido, ella se sentó en la cama, con mucha ternura acurrucó a su hijo entre sus brazos y empezó a darle el pecho. El niño comía tranquilo. Sakura nunca se imaginó que llegaría a querer tanto a su hijo… La puerta del baño se abrió y tras ella apareció Sasuke, al ver la escena sonrió de lado y se sentó junto a la madre de su hijo. Alargó la mano y acarició la mano del pequeño que pasó a sujetarle, con su pequeña manita, el dedo índice.

-Sasuke-kun…

Sasuke estaba embobado mirando a su hijo, no salió del trance hasta que sintió los suaves labios de Sakura en su mejilla. Después se miraron… y sus ojos se tuvieron que separar cuando Tasuke acabó de comer y empezó a gimotear. Sasuke besó suavemente el hombro de Sakura y salió de la habitación, fue hacia el pasillo exterior, necesitaba un poco de aire fresco.

Se sentía mal, Itachi¡siempre Itachi! En estos momentos se arrepentía de no haberle matado, tubo la oportunidad de acabar con él… y la había perdido por débil. Ahora su hermano volvía en pesadillas para atormentarle. Pero no podía irse otra vez por él, no, ahora tenía una familia a la que cuidar y proteger.

Familia. Por fin volvía a ser parte de una… sobretodo ahora, con Sakura había cogido un poco más de confianza, habían tenido para estar solos… y con Tasuke empezaba a llevarse bien. Valeee no también, pero al menos ya no lo miraba de forma desconfiada, había dejado de ser un desconocido.

Dejó de pensar cuando sintió unos brazos alrededor de su cintura. Se dio la vuelta y abrazó a Sakura, Hmp… era tan pequeñita, tan frágil. No, volver a ir tras su hermano no era una alternativa. Ahora tenía que estar aquí en Konoha, para proteger a su familia.

Sakura apoyó la barbilla en el pecho del Uchiha y lo miró a los ojos

-Tasuke… está dormido. –Sasuke sonrió de lado- y estamos los dos… -se lanzaron miradas de complicidad- solos… por que no… ¡Ahh!

Sasuke la interrumpió cuando la levantó y la cargó en su hombro.

-¡Sasuke-kuuun!

Los dos se perdieron dentro de la casa. Parece que la noche va ser muy movidita.

······

A la mañana siguiente, Sasuke fue el primero en despertarse, era difícil levantarse de la cama, era uno de los mejores momentos del día... con cuidado de no despertar a Sakura salió de la cama y se acercó a la cuna. Su hijo dormía tranquilo, se paró a observarlo detenidamente. Sonrió, cada vez que lo miraba se sorprendía de lo mucho que se parecía a él. El mismo pelo, las mismas facciones, la misma tez. La nariz la había sacado de Sakura¡buff! menos mal que no sacó el color del pelo. En ella quedaba bien, pero… no mejor no imaginarse a él mismo con el pelo rosa.

-cuando era recién nacido me pasé noches enteras mirándolo –susurró Sakura aun desde la cama-

Sasuke se había perdido muchas cosas de la vida de su hijo, algo de lo que no se sentía orgulloso, procuraría no perderse ninguna más. Quería verle dar sus primeros pasos, enseñarle a hablar y quería oírle decir ¡papá! Todos los días buscaba un rato en que Sakura estaba ocupada, para darle clases clandestinas a su hijo, sobre: como decir papá. Pero nada… el niño no lo había dicho ni una sola vez, y a Sasuke le daba la impresión de que se reía de él. Sintió como Sakura se levantaba y se acercaba a él…

-¿Qué te parece si nos vamos a la ducha antes de que despierte? –le susurró en el oído-

Buena idea… Pensó el Uchiha antes de seguir a Sakura hacia el cuarto de baño. Una hora después estaban los tres sentados a la mesa tomando un abundante desayuno. Sasuke y Sakura eran muy diferentes, ella hablaba mucho, él aunque la escuchaba contestaba con monosílabos o frases cortas. Ella sonreía siempre, él muy de vez en cuando¡hasta para el café eran distintos! Ella le echaba toneladas de azúcar, mucha leche y poco café, él tomaba café sólo. Ahora Sakura entendía como llegaba tan despierto a los entrenamientos cuando eran niños.

Más tarde Sasuke se llevó a Tasuke al salón, a jugar un rato, estaban los dos en el suelo con unos cubos de colores delante. Al principio Tasuke los colocaba unos encima de otros, pero… después encontró algo más divertido que hacer, para que colocarlos unos encima de otros cuando… ¡puedes tirárselos a tu padre! A Sasuke no le hacía mucha gracia el juego, pero Tasuke… se partía de risa. Hubo una vez que Sasuke pensó que su hijo se asfixiaba de tanto reír después de darle con un cubo azul en el ojo. Y si Sasuke los evitaba el niño se enfadaba así de simple. Volvió al juego inicial cuando su madre se lo pidió, claro a ella si le hace caso…

-Sasuke voy a ir al hospital vuelvo dentro de unas horas

Llvaba un vestido verde que le llegaba a las rodillas y con una cola de caballo se preparaba para salir de casa.

-Pensé que hoy no trabajabas

-Voy sólo ha supervisar el embarazo de Kurenai y de paso a recoger unas pruebas que me hice, enseguida vengo -Sasuke aun sentado en el suelo jugando con su hijo, la miró con el cejo fruncido-

-Son unas pruebas de nada… -se sonrojó- vuelvo enseguida ¿cuidas de Tasuke?

-No sé si querrá quedarse conmigo.

-Claro que sí…

Se agachó a su altura y besó en la coronilla a su hijo

-Tasuke ¿verdad que te quieres quedar con papá?

-¡Papááá!

Algo en el interior de Sasuke se descolocó, papá… abrió los ojos, nunca pensó que en el futuro llegaría a darle importancia a algo tan simple, aunque claro, en aquellos momentos no sabía lo que era ser padre... le revolvió el pelo a su hijo mientras esbozaba una sonrisa. Sakura sonrió feliz, sabía lo mucho que significaba para Sasuke, lo había pillado intentando enseñarle a decir papá. Y lo entendía. Ella saltó de alegría cuando le oyó decir por primera vez, mamá. Besó la mejilla de Sasuke y se levantó, tenía el presentimiento que, todo, a partir de ahora iría bien. Por que estaban los tres, juntos.

·····

Caminaba feliz por los pasillos del hospital, se había topado con algunas enfermeras a las cuales saludó, fue a su consulta y esperó a que llegaran Kurenai y su ex-sensei. Los dos se veían muy felices.

-Hola, Sakura-chan ¿Cómo está Tasuke?

-muy bien. ¿Y tú Kurenai, que tal el embarazo?

-bien, Kakashi me cuida

-Más te vale sensei

Kurenai se sentó en la camilla, junto a la máquina para hacer la ecografía. Después de aplicar el gel sobre el vientre de Kurenai, Sakura empezó con la ecografía. Poco después apareció una imagen en el monitor.

-Arriba a la izquierda esta la cabeza

Kakashi entornó su único ojo visible. ¿Cabeza, que cabeza? Ahí sólo se veían borrones –pensó-

-y esa manchita blanca, es una mano –continúa Sakura-

Kakashi se acercó la cabeza al monitor, ¿manchita blanca, vale… cual de ellas?

-Ya lo veo –Dijo Kurenai entusiasmada a punto de echarse a llorar- nuestro bebé Kakashi¿lo ves?

-sí, sí… ver, que hay que ver, eso son sólo manchas

Sakura y Kurenai estuvieron un rato viendo al bebé, Kakashi seguía entornando más y más su ojo para ver sus manchitas, por que a su hijo no lo había visto, ella estaba en perfecto estado y el bebé también. Después de la revisión se despidieron de Sakura, Kakashi salió de la consulta con la cara pegada a una foto de la radiografía murmurando… Aquí no hay ningún bebé.

-¿Decías algo cariño? –Le preguntó su esposa-

-No nada…

Sakura recogió la consulta y fue a ver a Shizune, que la esperaba en otra consulta en el piso superior. Cuando entró suspiró y las dos se miraron cómplices. Se sentaron en unas sillas y Shizune le entregó una carpeta blanca, con las pruebas dentro. Sakura se mordió el labio y abrió la carpeta, su corazón latía fuerte, leyó con cuidado los documentos y después se echó a llorar, las dos mujeres se abrazaron.

-felicidades, Sakura…

-¡estoy embarazada!

·····

-¿Qué haga quééé?

-Sólo un rato…

-¡Tengo una cita con Hinata no puedo hacer de canguro del tu minisasuke!

-Sólo serán unas horas

-Está bien –resopló Naruto vencido-

Sasuke le entregó a Tasuke a Naruto, junto con un bolso de bebé con las cosas que necesita el pequeño.

-¿Y que es eso tan importante que tienes que hacer? –preguntó el rubio con una ceja alzada-

-Ya te contaré Usuratonkachi

-No me llames…

Muy tarde, Tasuke y Naruto se quedaron mirando el lugar donde Sasuke había desaparecido.

-Hinata… -Dijo llorando el rubio…-

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