“Nunca antes había hecho tanto el ridículo” –El Uchiha estaba saltando por uno de los pocos tejados que había en la aldea, y es que las casas estaban bastante alegadas unas de las otras- “La siguiente casa será la última que mire” –Bajo al suelo y se paró enfrente de una casa de dos pisos, la casa se veía abandonada- “aquí no ha vivido nadie en años… será mejor que vuelva” –antes de comenzar a andar hecho un vistazo al frente- “claro que también podrían estar en la siguiente casa…” –Iba a dar un paso pero se arrepintió y dio la vuelta- “Ya he hecho suficiente el ridículo por una noche” –se irguió y levanto la cabeza, intento marcharse, en vez de andar lo que le salió fue una mueca graciosa y un sonrojo en las mejillas, antes de arrepentirse hecho a correr a la siguiente casa, aun con el tono rosado presente- “Bueno, la próxima si que será la última… o bueno ya veré…” -pensó-
Sakura caminaba por uno de los pasillos exteriores de la casa, con su yukata puesta y los ojos cerrados, disfrutaba del aire fresco que le regalaba la noche, se sentó en el pasillo, con los pies en el césped del jardín, desde luego esa casa le encantaba, podría quedarse a vivir allí toda la vida…
“La luna se ve hermosa hoy” –a pesar de que no era luna llena, no se podía negar que, esa noche, con el cielo despejado la luna no fuera un regalo para los ojos-
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