Apretó los labios y se encamino hacia ella, la abrazó por detrás apoyando su mentón en el hombro de la pelirrosa, se detuvo a oler su aroma, le encantaba como olía su pelo… “Me gustaría poder decírtelo…” Sakura acarició la mano de Sasuke que rodeaba su cintura a modo de abrazo “Me encanta cuando eres así” Sakura, se dio la vuelta sin romper, el abrazo… “Pocas veces Sasuke me abraza… hay que aprovechar” pasó una mano por el cuello del Uchiha y la otra la enredó en su alborotado cabello negro, por la diferencia de altura Sakura se tuvo que poner de puntillas… Estuvieron así unos minutos…
-Es mejor que tú vayas trayendo el resto de tus cosas, mientras yo voy limpiando la casa –dijo separándose, el moreno sólo asintió-
Así paso la tarde, Sasuke traía todo lo que era necesario en la casa, incluso tuvo que comprar algunas cosas, algún que otro mueble, y comida con su respectiva nevera, a cada viaje Sasuke veía como el aspecto de la casa iba mejorando, Sakura empezó, por es pasillo siguió con el salón y dos de las muchas habitaciones de la casa… siguió con el baño principal, lo que más le llevó debido a su tamaño, y ahora estaba terminando de limpiar la cocina, Sasuke estaba agotado llevaba todo el día trayendo cosas pero al final del día la casa le faltaba poco para que parecía no haber sido abandonada nunca…
-¿Dónde estará? –lo buscaba por la casa, no lo había vuelto a ver desde su último viaje- Ya es de noche… no creo que se haya ido… -murmuraba para si, vio la puerta de la habitación principal abierta, su cara se enterneció al ver a Sasuke acurrucado en la cama, se acercó y se sentó procurando no despertarle- “Pero mira que eres guapo… ” –Ya era muy tarde para salir, así que Sakura se sacó la ropa quedando en ropa interior, se colocó una de las camisas del Uchiha, que le quedaba algo… bastante grande y se metió en la cama, tapándola a ella y a Sasuke, le dio la espalda… no quería molestarlo más de lo que lo había echo, pero sintió a Sasuke arrimarse a ella, pasando un brazo por su cintura y apoyando la barbilla en la curvatura de su cuello, tanto confort provocó que Sakura acompañara a Sasuke al mundo de los sueños en pocos minutos-
Naruto caminaba por una de las calles de la preciosa Konoha, era de noche y con las manos en los bolsillos, tranquilamente recorría el camino que lo llevaría a su casa, pero en medio de sus pensamientos divisó una figura que para él era muy conocida… la primogénita del clan Hyuga…
-¿Hinata?
-H-hola Naruto-kun –Hinata se había convertido en una mujer muy guapa, había decidido dejar de luchar y aprender a curar, trabajaba en el hospital, lo que a ella realmente le gustaba era ayudar a las persona y no hacerles daño, al trabajar con Sakura se hizo amiga de ella, y la pelirrosa ya estaba al tanto de los sentimientos de la Hyuga por el rubio, los cuales no habían cambiado ni un ápice, con el pasar de los años… y es que en la cabecita de la morena solo habitaba una persona, Naruto Uzumaki… el rubio ya estaba al tanto de lo que sentía la Hyuga… gracias a Sakura que le había abierto los ojos, desde el día que se enteró empezó a pensar en Hinata más que como una amiga, y se planteaba si debía invitarla a salir algún día de estos.
“ahora es mi oportunidad” –Pensaba Naruto-
-¿Qué tal estás?
-Muy bien Naruto-kun ¿y-y tú?
-Bien
-Hinata… -dijo el rubio mientras se rascaba la parte de atrás de su cabeza- ¿Quieres cenar hoy conmigo?
“Me-me a invitado a salir” –Hinata había abierto los ojos de par en par- ¡Claro! –Respondió sonrojándose-
-Bien, te invito a lo que quieras –Hinata se sonrojó a más no poder a la vez que enmarcaba un sonrisa de felicidad-
-Gracias…
Ambos se dirigieron a un pequeño restaurante cerca de la casa de Naruto, donde preparaban los mejores postres de toda la villa… Los dos disfrutaron la noche, Naruto haciendo bromas y Hinata sonrojándose… esa noche fue una de las más felices para la primogénita de los Hyuga…
________________________________________
Por otro lado otra parejita, caminaban uno al lado del otro, Kurenai y Kakashi, llevaban seis meses saliendo como pareja, bueno en realidad eran tres… Desde su primera cita Kakashi tardó tres meses en pedirle una relación formal... Kurenai odiaba cuando llegaba tarde a casi todas sus citas, cuando en ocasiones se preocupaba más por su trabajo que por ella y sobretodo odiaba esa máscara que cubría su rostro, con lo guapo que es para que se tapará… pero más amaba cuando después de llegar tarde le decía cosas bonitas, cuando le traía ramos de flores para compensar su falta de atención y amaba con locura los besos que le otorgaba cuando se sacaba la molesta máscara… y Kakashi amaba todo de ella, su mal humor, sus gritos cuando él hacía algo mal, sus curvas y esos ojos que lo volvían loco…
“Hoy es el día… ¡Hoy es el día!” –Pensaba Kakashi con el único ojo visible cerrado-
“Que le pasará a este… está muy raro…”
Cuando en su camino se toparon con un parque, Kakashi alzó el puño “¡Hoy es el día y este es el lugar!” Cogió la mano de Kurenai y la arrastró hacia el parque que estaba vacío.
-Ponte aquí –dijo colocándola enfrente de él-
-¿Por qué?
-tú ponte aquí… no, no… un paso más a la derecha –decía Kakashi mientras con las manos hacia un cuadrado para enfocar a su novia-
-¿así esta bien? –Pregunto entre risas Kurenai-
-Estas perfecta… -dijo bajando las manos y con la voz seria… la contempló unos segundos y sus miradas se cruzaron, Kurenai se sonrojaba al ver a Kakashi cogiendo su mano y apoyando una de sus rodillas en el suelo, sin apartar la vista de esos hermosos orbes rojos, dirigió su mano a su bolsillo izquierdo, sacando una caja aterciopelada la abrió y un pequeño diamante se asomaba mostrando su brillo a los ojos de una sorprendida Kurenai-
-Kurenai... Te quiero… y quiero pasar cada día de mi vida a tu lado... ¿Quieres casarte conmigo?
-Si… si quiero, si quiero –Lagrimas de felicidad se derramaban una tras otra, Kurenai se tiró a los brazos de su ahora prometido, Kakashi correspondió el abrazo y acarició los cabellos de su futura esposa-
-Te quiero mucho –susurró Kurenai-
-Yo… también…
La nueva pareja caminaba ahora abrazada hacia el departamento en el que ambos vivían ahora, esta noche se demostrarían como nunca cuanto se amaban, la diferencia es que sería la primera noche juntos, como futuros… marido y mujer…
________________________________________
Era temprano, un nuevo día como otra cualquiera para todos en Konoha, y diferente a otros para algunos de sus habitantes… Hinata caminaba por los pasillos del hospital, en busca de su mejor amiga para contarle un chisme… no, no… no un chisme cualquiera, el chisme del mes… Nada más entrar en el despacho de la pelirrosa, la buscó con la mirada para encontrarla rebuscando algo en un libro
No hay comentarios:
Publicar un comentario