“Tenía que haberle dicho que se bañara conmigo…” –Después de desayunar Sasuke se dirigió hacia el despacho de la Hokage… tenía unos asuntos que resolver, y cuanto antes mejor.
No le llevó más de veinte minutos el trayecto, ahora estaba delante de la Hokage, que le miraba con cara de incredulidad…
-No ha entrado nadie al los terrenos del clan Uchiha desde hace años, no creo que sea conveniente que… -Tsunade fue interrumpida por Sasuke-
-Me pertenece, además va siendo hora de que regrese
-No te puedo entregar todos los terrenos de la mañana a la noche… además que no creo que te pertenezca todo… las personas que residían en el clan tenían familiares lejanos, seguramente ellos… -volvió a ser interrumpida-
-El territorio pertenece al clan Uchiha, no voy a permitir que se queden con lo que pertenece a mi clan –Tsunade notó el orgullo con el que decía el apellido Uchiha y también notó a un Sasuke bastante feliz… algo poco… nada... usual en él-
-¿Qué demonios te pasa hoy Sasuke? Por lo que veo te levantaste de buen humor –dijo Tsunade apoyando la cara en su mano mientras miraba al Uchiha de forma sospechosa y a la vez divertida-
-Estoy como siempre –Dijo Sasuke-
-Si tú lo dices… muy bien por ahora puedes volver a la casa donde vivías… para lo demás tendrás que esperar
-De acuerdo Tsunade-sama
-¿Qué tal te va con el sello?
-Aun lo tengo
-¿Qué tal los tratamientos con Sakura?
-Bien
-¿Ayer le dije que volviera con el tratamiento sentiste algo?
-eeeh… -Ese sonido fue lo único que pronunció un Sasuke completamente sonrojado- N-no bueno ayer… -Tsunade lo miró interrogante, alzando una ceja- Es que ayer no tuvimos tiempo
-¿No tuvisteis tiempo...¿Entonces que hicieron?
-Nada, nada… no hicimos nada… es que estaba cansado y no me podía aplicar el tratamiento eso es todo
-aah –Contestó Tsunade- “con que no tenían tiempo…” –Pensó la Hokage- Puedes irte… adiós Sasuke
-Adiós, Hokage-sama
“Que le importará a ella lo que hacemos o dejamos de hacer” –Pensaba un Sasuke enfurruñado mientras salía del despacho de la rubia-
Sakura llevaba toda la mañana, trabajando en el hospital… tenía una sonrisa de oreja a oreja y la felicidad se notaba en esos ojos color esmeralda que brillaban como nunca, enfermeras, médicos, hasta pacientes se lo habían dicho… Sakura recordó una paciente en especial, mientras ordenaba unos papeles…
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Era una ancianita... vestida con un kimono, era paciente de Sakura desde hacía meses… Tenía cáncer, le quedaban pocos meses de vida… Sakura no se podía creer que, aun siendo anciana, estaba en tan buena forma… además tenía una personalidad tan vital y amable… ¿Cómo podía ser que le quedaran apenas unos meses? Como todos los primeros de mes la dulce anciana, visitaba a Sakura para que le recetara las pastillas de ese mes…
-Buenos días Sakura-chan
-Buenos días –Dijo sonriendo- ¿Vienes a por las recetas?
-¡Ajá! –La anciana observaba a Sakura escribir para prepararle las recetas-
-Ya está – le entregó los papeles-
-Parece que estás muy feliz, Sakura-chan
-Eres la quinta persona que me lo dice hoy
-¿Y se puede saber a que se debe? –Le preguntó la ancianita sonriendo-
-mmm –Sakura se sonrojó completamente y se llevó su dedo índice a los labios-
-No hace falta que respondas, se ve que esos ojos... son de enamorada -Sakura se sorprendió y asintió varias veces con la cabeza, a lo que la ancianita se rio- Ese muchacho es afortunado, cuídalo –Dijo guiñándole un ojo-
-Lo haré –Contestó una muy sonrojada Sakura en un susurro… La anciana se despidió con una sonrisa-
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Cuando volvió a la realidad… Sakura acabó de guardar los papeles en un cajón del escritorio y salió hacía su casa… Ella siempre cumplía lo que decía y tenía que cuidar a un afortunado muchacho…
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